sábado, 20 de octubre de 2012

Aprende a ser tu mismo.

Todos los padres cuando tienen un hijo  brindan en él todas sus esperanzas para que tengan una vida llena de alegrías y que a lo largo de su existencia se conviertan en personas de provecho, pero cuando un hijo llega a casa y le dice a su madre o padre -no quiero estudiar, a ellos se les cae el alma y piensan que su hijo se ha descarrilado, pero el problema está en no conocer bien a su propio hijo. Cada persona es un mundo, pero hay que comprender cada etapa evolutiva por la que pasa un niño e intentar que sea feliz de la mejor manera posible. 
Bajo mi punto de vista y por experiencia, en el momento en el que un hijo dice eso los padres deben armarse de valor e intentar comprenderle. Realmente pienso que no quieren dejar de estudiar sino que simplemente en la etapa por la que están pasando le dan más prioridad a unas cosas que a otras.
La manera de actuar de los padres es distinta dependiendo de la relación que tengan con sus hijos. Algunos optan por no escuchar lo que realmente le puede ocurrir a su hijo le dan la opción a dejar de estudiar y trabajar pero con el tiempo la mayoría de los que eligen esta alternativa a lo largo del tiempo se arrepienten de no haber continuado estudiando; otros en cambio deciden "obligarles"  a que continúen sus estudios y otros por lo contrario dejan elegir a sus hijos. 
No critico que  las medidas sea buenas o malas pero creo que lo que se debería de hacer es preocuparse por el niño y junto con le apoyo de algún profesional escoger la mejor elección.
Amí me ocurrió algo por el estilo. Cuando acabamos la ESO una de mis mejores amigas decidió irse a hacer un módulo, nosotras nos conocíamos desde el colegio, hacíamos los deberes juntas y también nos preparábamos para algunos exámenes, pero ella no quiso seguir estudiando. En ese momento me sentí mal porque se me hacía muy difícil continuar estudiando en Bachillerato porque pensaba que yo sola no podría aprobar y entrar en la universidad porque yo no era una estudiante excelente, me costaba mucho hacer los deberes y mis exámenes eran normales además, yo no quería estudiar porque tenía miedo de no poder hacer las cosas bien,  pero tuve una conversación con mi madre y con mi hermano que me hicieron recapacitar. Al principio cuando empecé el Bachillerato no estaba muy de acuerdo con la decisión que había tomado, no me sentía capaz, pero con el paso del tiempo fui entendiendo que mi madre y mi hermano tenían toda la razón del mundo y ahora después de 4 años estoy contenta de estar estudiando, y estoy muy contenta de haber elegido estudiar una carrera (Magisterio Infantil) porque sé que me ayudará a crecer como persona y también me servirá para formar a los niños desde pequeños a guiarles en el camino de la educación.
 Con esto no quiero decir que todo el mundo tenga que estudiar porque sus padres lo digan sino que cuando llegue ese momento en el que no sabes bien lo que quieres en tu vida ser capaz de ser crítico con uno mismo y pensar bien lo que quieres, porque muchas veces cuando eres adolescente crees que tienes la razón y que eres el centro del universo pero con el paso del tiempo te das cuenta que no.
 Las personas pasamos por etapas que nos marcan nuestras vidas y nos hacen aprender a madurar.